LA ALEGRÍA A TRAVÉS DE LA DANZA

» Cada día en el que no hayamos danzado al menos una vez es un día perdido.»Nietzsche. »

A través de la danza podemos conocer nuestra verdadera naturaleza

Graciela Figueroa, bailarina, coreógrafa y terapeuta psicocorporal declaraba en una entrevista :
«Según te muevas, cambian tu mente y tus emociones.»
«Creo que el movimiento, como también el silencio, ayuda al encuentro con nuestra verdadera naturaleza, y por consiguiente, con la alegría y el gozo que abraza todas nuestras tristezas.»

En un principio la danza se originó como un componente ritual

Desde la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse corporalmente, con movimientos que expresaban sentimientos y estados de ánimo. Estos primeros movimientos rítmicos sirvieron igualmente para ritualizar acontecimientos importantes (nacimientos, defunciones, bodas). En principio, la danza tenía un componente ritual, celebrada en ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa índole religiosa, donde la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar una primera cadencia a la danza[1]( wikipedia)

A través de la música y del movimiento entramos en un estado de meditación

La danza es una manera muy bella de expresar a través del cuerpo sentimientos y actitudes hacia nosotros mismos y hacia los demás. Una forma de entrar en un estado mágico, llegando a olvidarte de tí , para ser puro movimiento. Es un camino para estar totalmente presente, en el aquí y ahora. Una forma de meditación a través de la música y el movimiento.

La danza es una forma de comunicación

Bailar en grupo te permite comunicar, empatizar, imitar, y sentir a otra persona a través del movimiento sin perder el contacto contigo mismo. Puedes ofrecer y compartir lo que verdaderamente eres y recibir lo que los demás son de una forma auténtica.
También te permite comunicarte contigo mismo, escuchando que quiere el cuerpo, que necesita, que te dice. Si bailas con consciencia te darás cuenta de tus bloqueos, rigideces, nudos, teniendo la oportunidad de ir soltando y de conocerte mejor.

Bailar cambia nuestra química cerebral

Danzar, aumenta la oxigenación de tus células, te permite llenar plenamente tus pulmones de aire, soltando tensiones, energetizando tu cuerpo, relajando tu mente. Cuando bailamos conectamos con la alegría y el milagro de sentirnos vivos.
Nuestro cerebro aumenta los niveles de endorfinas, y de serotonina que nos hacen sentir esa alegría y felicidad. Por otro lado es un ejercicio físico que fortalece nuestro cuerpo y en particular nuestro cerebro, con la ventaja de que además nos vuelve creativos y más amorosos. Hay muchos tipos de ritmos y bailes, por lo que cada persona tendrá sus preferencias según su cultura, costumbres y personalidad.

La comunicación diaria con nuestros semejantes puede entenderse como una forma de danza

La comunicación cotidiana con nuestros semejantes a través de las palabras puede convertirse en una danza, donde exista un ir y venir de uno mismo hacia el otro, y del otro hacia uno mismo, de esta manera puedes sentir empatía sin perderte en el otro.
Puedes incluso ver como la vida en sí misma es una danza continua, que se refleja en el viento, las plantas, los planetas, el universo, todo se mueve con su cadencia y su ritmo.

En palabras de Sócrates:

La música y el baile son dos artes que
se complementan y forman la belleza y
la fuerza , que son la
base de la felicidad humana

La danza no tiene edad, beneficia a niños, adolescentes, adultos y ancianos. Apenas requiere condición física, beneficia a personas con discapacidades físicas y/ o mentales.

¡Celebremos el milagro de la vida, danzando, cantando, gozando.!