CONTACTO FÍSICO Y SALUD.  

Cuando sentimos dolor en alguna parte de nuestro cuerpo, inconscientemente tendemos a poner nuestras manos en la zona de dolor. Instintivamente las madres ponen las manos a sus niños cuando se quejan de algún dolor.  A veces,cuando hablamos de algo que nos genera emociones dolorosas, sin querer también solemos establecer autocontacto físico, acariciando nuestros brazos para reconfortarnos. 

Poder sanador

El contacto físico sobre todo si proviene de personas queridas,como la familia o los amigos, tiene un gran poder sanador. Los abrazos, las caricias y los besos alivian trastornos mentales y emocionales, disminuyendo la segregación de las hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol.
El contacto físico puede disminuir la presión sanguínea, prevenir o mejorar enfermedades cardíacas y en general ayudar al organismo a entrar en un equilibrio donde pueda poner en marcha los recursos naturales que posee para auto sanarse.
Los masajes relajan, reconfortan y alivian la ansiedad, la depresión  y los dolores corporales

 Las personas mayores viven más 
 

Las personas mayores son las menos tocadas, sin embargo se ha observado que cuando son abrazadas o reciben más contacto afectivo mejoran en salud y se hacen más longevas.

 El contacto corporal vital para los bebés

En cuanto a los bebés, nada más nacer necesitan del contacto físico con la madre, piel con piel. La madre segrega oxitocina y el bebé instintivamente busca por el olor  el pecho de la madre, sintiéndose tranquilo y seguro. La estimulación táctil que recibe el niño es imprescindible para el adecuado desarrollo cerebral y su equilibrio psicoafectivo. 
Ya en los años 50 se observó, como los bebés  criados en los orfanatos sin contacto físico, morían aunque estuvieran bien alimentados y limpios.
 Rene Spitz  realizó una investigación con estos bebés, concluyendo que los niños que no tenían contacto afectivo, que no eran tocados, acariciados, ni besados, no se sentían queridos. Estos bebés mantenían la mirada fija, perdían la expresión facial, no solían llorar porque habían aprendido que nadie iba a cogerlos, su estado de indefensión era tan grande que muchos se deprimían y acababan muriendo. Tras tomar consciencia de este hecho, las cuidadoras empezaron a coger y tocar a los bebés lo que resolvió el problema de la mortandad.

 Abrazar nos permite sentir sin pensar

Todos podemos comprobar la sensación que nos produce abrazar y ser abrazados, aprendiendo a relajarnos en el abrazo, disfrutando de la sensación de experimentar la intensidad de vivir en el  " aquí y ahora ",  donde podemos sentir sin necesidad de pensar. ¡Permitámosnos gozar de tocar y ser tocados!. Nuestro cuerpo, mente y alma se alinearán y nos sentiremos con más plenitud.

Concha Caballero.










 

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